miércoles, 8 de febrero de 2012

El Bruxismo

El bruxismo es el hábito involuntario de apretar y rechinar los dientes inconscientemente, que afecta a entre un 10 y un 20% de la población.

El término apretar significa juntar fuertemente los dientes superiores y los inferiores, especialmente los de la parte posterior. Este hecho de apretar los dientes ejerce presión sobre los músculos, los tejidos y otras estructuras que rodean la mandíbula, lo cual puede llevar a que se presente dolor e inflamación de la mandíbula, dolores de cabeza, dolores de oído, daño en los dientes y otros problemas. Estos síntomas pueden causar trastornos de la articulación temporomandibular (ATM).




Causas, incidencia y factores de riesgo

Las personas pueden apretar y rechinar los dientes de una manera inconsciente tanto durante el día como durante la noche, aunque el mayor problema puede ser el bruxismo nocturno, ya que es más difícil de controlar.
El paciente nocturno no es consciente del problema, generalmente es la familia quien se da cuenta de ello.
El bruxismo diurno suele ser más apretador que rechinador: En algún momento del día, ya sea por el trabajo o por cualquier otra causa, se ha generado el hábito de apretar con los dientes al mismo tiempo.
Aún no se ha llegado a un acuerdo sobre la causa exacta del bruxismo, pero en muchas personas el agente desencadenante de esta afección puede ser el estrés durante el día. Algunas personas probablemente aprietan sus dientes y nunca sienten síntomas. El hecho de si el bruxismo causa dolor y otros problemas puede contener una mezcla complicada de factores (el nivel de estrés que se experimente, la fuerza y duración del hábito de apretar y rechinar los dientes, si los dientes están desalineados, la postura, la capacidad de relajación, la dieta, los hábitos al dormir y otros factores). En cada persona probablemente es diferente.

Síntomas
  • Dolor o inflamación de la mandíbula
  • Chasquidos y crepitaciones
  • Dolor de cabeza
  • Dolor de oído (en parte porque las estructuras de la articulación temporomandibular están muy cerca del canal auditivo y en parte debido a un dolor muscular referido, es decir, un dolor que se percibe en un lugar diferente a donde se origina realmente)
  • Ansiedad, estrés y tensión.
  • Insomnio, depresión, trastornos alimentarios



Tratamiento

Agentes físicos
El profesional deberá tener a mano algunos procedimientos clínicos como la utilización de agentes físicos para el tratamiento de las disfunciones de ATM y músculos masticatorios. La variedad a disposición del médico es amplia. Tales procedimientos pueden ser tomados como coadyuvantes en la terapia sintomatologica y la combinación de sus usos podría, también, ser contemplada.

Masajes
La indicación específica de masajes reside en un auxiliar para relajar la musculatura, aumentar la temperatura de la masa muscular y proporcionar rápida eliminación de las toxinas catabolizadas durante las actividades contráctiles. El uso de masajes seria más ventajoso en grandes masas musculares del cuerpo pero su eficiencia puede también ser considerada en los músculos masticatorios. La acción de masaje directamente sobre un nódulo doloroso tendría un efecto eficaz, pero habría que tener mucho cuidado cuando tratamos los músculos de pequeño porte (como los músculos masticatorios), para evitarnos lesiones inadvertidas. El masaje seria mas eficaz cuando es acompañado de ejercicios musculares.

Movilizaciones
La movilización puede ser definida como movimientos pasivos impuestos a las articulaciones, dentro de un intervalo fisiológico. Estas maniobras pueden mejorar la lubricación sinovial articular y reducir la tensión elástica de los tejidos circunvecinos oscilantes a la mandíbula con una pequeña amplitud de la apertura bucal. Su practicidad puede ser cuestionable, pero aumenta la tendencia a mejorar las condiciones de un cuadro clínico, desde que se respeta el límite doloroso del paciente.

Ejercicios terapéuticos
Son considerados relevantes en la recuperación funcional del sistema masticatorio. Tales ejercicios usan una acción motivadora de los músculos promoviendo el movimiento mandibular, en que el paciente se torna en el principal agente de su propio tratamiento. Algunos autores consideran los ejercicios necesarios para la resolución de los casos subclínicos residuales, previniendo futuras disfunciones.
Es importante que el profesional instruya al paciente en el uso de maniobras para evitar resultados indeseables. Es necesario que el paciente comience la serie de prácticas con movimientos suaves y en aumento gradual.

Algunas reglas deben tenerse en cuenta, como:
  • Regularidad. No interrumpir la serie.
  • Fatiga. Evitar la fatiga; nunca el paciente deberá pasar su límite doloroso y nunca forzar un movimiento lancinante.
  • Repeticiones. Evitar excesivas repeticiones para prevenir fatiga y dolor.

Estas preguntas te las puedes hacer a ti mismo, si tienes alguno de estos síntomas acude a un profesional.

o ¿Tienes dificultades para abrir la boca?
o ¿Tienes dolor en las articulaciones de la mandíbula (ATM)?
o ¿Te duele la cabeza o el cuello con frecuencia?
o ¿Tienes migrañas?
o ¿Eres bruxista o apretador (Aprietas o rechinas los dientes)?
o ¿Siente que se te desencaja la mandíbula (ATM)?
o ¿Tienes ruidos articulares (ATM)?
o ¿Te duele la musculatura de la cara o de la boca?
o ¿Te despiertas con mucha tensión o sensación de bloqueo?

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