viernes, 20 de diciembre de 2013

Cólico del lactante

Los cólicos del lactante son un trastorno muy típico de los bebés. El cólico del primer trimestre se caracteriza por episodios de un llanto agudo que parece inexplicable y que altera a un niño que por lo demás parece sano, saludable y tranquilo durante el resto del tiempo. El cólico se inicia generalmente después de las tomas, aunque puede suceder a cualquier hora sin relación con ellas. Es más frecuente durante la tarde o noche y puede durar más de 2 horas.
Estos episodios aparecen a partir de la primera semana de vida y probablemente se extenderán durante los primeros 3 meses de vida con una frecuencia diaria. Pueden acompañarse de movimientos de flexión de las piernas sobre el abdomen, flexión de brazos, apretar los puños, muecas diversas, irritabilidad general y emisión de gas intestinal. El lactante suele consolarse si le cogemos en brazos, a no ser que se le haya dejado llorar durante mucho rato.

Causas
El cólico del lactante es un trastorno muy frecuente (más del 30% de lactantes lo padecen en alguna medida) de causa desconocida, se sospecha que es por inmadurez del sistema digestivo del lactante pero hay muchos factores que pueden estar implicados en su aparición.

En algunos casos, el llanto está producido por causas digestivas, la más frecuente de las cuales es la intolerancia a las proteínas de la leche que toma el niño (si toma biberón la leche está adaptada a partir de la leche de vaca) o porque la madre ingiere excesivos productos lácteos (si las tomas son del pecho).

Pero en la mayoría de ocasiones existe un aumento en la producción de gas intestinal o una incapacidad para su correcta eliminación. Esto puede deberse, como hemos dicho, a una intolerancia a la lactosa de la leche. Pero casi siempre ocurre por una mala técnica de alimentación, en la que el lactante traga demasiado aire, más el hecho de que pasa muchas horas en posición horizontal en la cuna. También se cree que los cólicos podrían estar causados por un aumento en la producción de algunas hormonas del intestino (motilina, gastrina, etc.) que incrementarían demasiado la frecuencia e intensidad de los movimientos intestinales.


Cómo averiguar si el lactante llora más de lo normal
Para poder apreciar si el lactante llora más de lo normal te conviene saber que, en esquema y en cuanto al llanto, hay tres tipos de hábitos normales en los niños:
Los que lloran poco: 25% de casos. Son lactantes que lloran una media de 30 a 60 minutos diarios.

- Los que lloran lo normal: 50% de casos. Son lactantes que lloran una media de 90 a 120 minutos al día.
- Los que lloran mucho: 25% de casos. Son lactantes que suelen llorar de 2 a 3 horas al día.

El niño tiene más horas de llanto desde la 3ª a la 9-12ª semana, y luego éstas descienden paulatinamente. El periodo de llanto es más frecuente (75% del total) desde las 18:00 a las 8:00 h, y menos frecuente (25% restante) de las 9:00 a las 17:00 h.

Se trata de un cólico del lactante si:
§  El llanto del niño es inconsolable y no existen explicaciones claras. El niño se muestra inquieto. El llanto es prolongado y furioso y, a veces, se transforma en un grito.
§  El llanto del bebé dura más de tres horas al día y casi siempre a la misma hora.
§  El llanto se manifiesta todos los días y se prolonga durante más de tres semanas.
§  Empieza entre la segunda y cuarta semana de vida, o más tarde si el niño es prematuro.
§  Después de comer, el niño echa el gas, se calma, pero después empieza a llorar, o bien se queda dormidito y después se despierta llorando desesperadamente.
§  Aunque el bebé acepta el pecho o biberón de leche, el llanto reaparece inmediatamente después y, a menudo, el niño regurgita lo que ha bebido.
§  Parece sufrir de un agudo dolor de barriga y flexiona las piernas contra el abdomen.
§  Si se le coge en brazos, se calma durante algunos minutos, pero después vuelve a llorar y ni siquiera los mimos le tranquilizan.
§  Durante la toma, succiona durante algunos minutos, pero después deja el pezón y rompe a llorar.
§  Entre un ataque de llanto y el siguiente, tiembla y tiene hipo.
§  Tiene la cara roja, aunque, después de un período prolongado de llanto, el bebé puede ponerse pálido o morado. La barriga está dura e hinchada. Las manos y los pies están fríos.

Para estos casos se ha comprobado que la osteopatía pediátrica es muy eficaz viéndose un descenso e intensidad en el llanto del bebé




Si tienes algún tipo de duda y quieres saber si podemos ayudar a tu bebé no dudes en contactarnos.

jueves, 12 de diciembre de 2013

OSTEOPATIA CRANEAL EN BEBÉS

El parto es la primera fuente de producción de una lesión craneal. Tanto si es parto natural como por cesárea se pueden provocar este tipo de daños, siendo aún más frecuentes en caso de necesitar fórceps y ventosas.

En primera instancia, se produce una compresión lateral de ambos parietales, que va a exigir una serie de adaptaciones en el resto de huesos del cráneo.
Después de un parto vaginal, el bebé está agotado. El esfuerzo ha sido enorme tanto para la madre como para él. Su viaje a través del canal pélvico le ha obligado a actuar como un contorsionista, deslizándose con bastante dificultad. 

Es normal que además su cabecita esté deformada por la estrechez del canal pélvico, aunque esta deformación es temporal, ya que los huesos de la cabeza del bebé son bastante "flexibles" todavía. Esta deformación desaparece en unos pocos días, en el momento en que empieza a bostezar, llorar, succionar, todo lo propio de un bebé. Todas estas actividades provocan que los huesos vuelvan a su posición original.

Pero hay casos en los que esa deformación craneal puede perdurar y como consecuencia, el bebé tiene algunos síntomas característicos. Suele estar muy agitado, llora a menudo, está muy irritado e incluso puede tener muchos gases. Hay algunos signos mucho más evidentes, como por ejemplo, puedes ver que siempre gira la cabeza hacia el mismo lado.


La Osteopatía, en los niños parece a veces milagrosa, porque los tratamientos son casi invisibles. El osteópata pone levemente sus manos sobre la cabeza, sobre la espalda o la pelvis del bebé y espera. Aparentemente nada pasa, pero se observa que el bebé deja de llorar si estaba llorando, o se relaja y muy a menudo se duerme.

¿Cuándo sospechamos de una lesión osteopática? 
 - Duerme poco y mal
Se pone tenso, rígido, sin causa aparente
No le gusta que le toquen la cabeza o columna cervical
Llora cuando se le toca la base del cránel
Respira con dificultad por la nariz
Tiene regurgitaciones, vómitos y/o dificultades para tragar
Duerme demasiado durante el día, independientemente de que duerma bien de noche
 - Es demasiado atónico (tranquilo) o al contrario, parece muy nervioso y excitado
 - Gira o apoya la cabeza hacia el mismo lado siempre

PREGUNTAS QUE NOS AYUDARAN A DIAGNOSTICARLO:
 - ¿Cómo se acuesta su bebe? ¿Siempre del mismo lado? ¿Busca un apoyo para su cabeza en la cuna?
¿Tiene insomnios frecuentes? ¿Cómo es el llanto, agitado, con gritos?
¿Observa anomalías en la forma o simetría de su cabeza?
¿Sufre otitis repetitivas? ¿Sufre asimetría a nivel de los ojos? ¿Es bizco?

PATOLOGIAS DONDE ESTA INDICADA LA OSTEOPATIA CRANEAL:
Cierre del conducto lagrimal
-  Cierre de las fontanelas (osificación suturas craneales)
-  Oclusión defectuosa
-  Malformaciones del paladar
-  Deformidades craneales (plagiocefalia)
-  Torticolis congénita
-  Estrabismo
-  Otitis (inflamación del oído interno)
-  Sinusitis
-  Asimetrías en la cara
-  Tratamiento vías respiratorias
-  Problemas de digestión (extreñimiento, diarrea, cólicos, etc)


Si tiene alguna duda y quiere saber si podemos ayudar a su bebé, no dude en ponerse en contacto con nosotros