Los cólicos del lactante son un trastorno muy típico de los bebés. El cólico
del primer trimestre se caracteriza por episodios de un llanto agudo que parece
inexplicable y que altera a un niño que por lo demás parece sano, saludable y
tranquilo durante el resto del tiempo. El cólico se inicia generalmente después
de las tomas, aunque puede suceder a cualquier hora sin relación con ellas. Es
más frecuente durante la tarde o noche y puede durar más de 2 horas.
Estos episodios aparecen a partir de la primera semana de
vida y probablemente se extenderán durante los primeros 3 meses de vida con una
frecuencia diaria. Pueden acompañarse de movimientos de flexión de las piernas
sobre el abdomen, flexión de brazos, apretar los puños, muecas diversas,
irritabilidad general y emisión de gas intestinal. El lactante suele consolarse
si le cogemos en brazos, a no ser que se le haya dejado llorar durante mucho
rato.
Causas
El cólico del lactante es un trastorno muy frecuente
(más del 30% de lactantes lo padecen en alguna medida) de causa desconocida, se
sospecha que es por inmadurez del sistema digestivo del lactante pero hay
muchos factores que pueden estar implicados en su aparición.
En algunos
casos, el llanto está producido por causas digestivas, la más frecuente de las
cuales es la intolerancia a las proteínas de la leche que toma el niño (si toma
biberón la leche está adaptada a partir de la leche de vaca) o porque la
madre ingiere excesivos productos lácteos (si las tomas son del pecho).
Pero en la
mayoría de ocasiones existe un aumento en la producción de gas intestinal o una
incapacidad para su correcta eliminación. Esto puede deberse, como hemos dicho,
a una intolerancia a la lactosa de la leche. Pero casi siempre ocurre por una
mala técnica de alimentación, en la que el lactante traga demasiado aire, más
el hecho de que pasa muchas horas en posición horizontal en la cuna. También se
cree que los cólicos podrían estar causados por un aumento en la producción de
algunas hormonas del intestino (motilina, gastrina, etc.) que incrementarían
demasiado la frecuencia e intensidad de los movimientos intestinales.
Cómo averiguar si el lactante llora más de lo normal
Para poder apreciar si el lactante llora más de lo
normal te conviene saber que, en esquema y en cuanto al llanto, hay tres tipos
de hábitos normales en los niños:
- Los que lloran poco: 25% de casos. Son lactantes que
lloran una media de 30 a 60 minutos diarios.
- Los que lloran lo normal: 50% de casos. Son lactantes
que lloran una media de 90 a 120 minutos al día.
- Los que lloran mucho: 25% de casos. Son lactantes que
suelen llorar de 2 a 3 horas al día.
El niño tiene más horas de llanto desde la 3ª a la
9-12ª semana, y luego éstas descienden paulatinamente. El periodo de llanto es
más frecuente (75% del total) desde las 18:00 a las 8:00 h, y menos frecuente
(25% restante) de las 9:00 a las 17:00 h.
Se trata de un cólico del
lactante si:
§
El llanto del niño es inconsolable y no existen
explicaciones claras. El niño se muestra inquieto. El llanto es prolongado y
furioso y, a veces, se transforma en un grito.
§
El llanto del bebé dura más de tres horas al día y casi siempre
a la misma hora.
§
El llanto se manifiesta todos los días y se prolonga durante más de tres semanas.
§
Empieza entre la segunda y cuarta semana de vida, o
más tarde si el niño es prematuro.
§
Después de comer, el niño echa el gas, se calma, pero
después empieza a llorar, o bien se queda dormidito y después se despierta llorando desesperadamente.
§
Aunque el bebé acepta el pecho o biberón de leche, el
llanto reaparece inmediatamente después y, a menudo, el niño regurgita lo que ha
bebido.
§
Parece sufrir de un agudo dolor de barriga y flexiona las piernas contra el
abdomen.
§
Si se le coge en brazos, se calma durante algunos
minutos, pero después vuelve a llorar y ni siquiera los mimos le tranquilizan.
§
Durante la toma, succiona durante algunos minutos,
pero después deja el pezón y rompe a llorar.
§
Entre un ataque de llanto y el siguiente, tiembla y tiene hipo.
§
Tiene la cara roja, aunque, después de un período
prolongado de llanto, el bebé puede ponerse pálido o morado. La barriga está
dura e hinchada. Las manos y los pies están fríos.
Si tienes algún tipo de duda y quieres saber si
podemos ayudar a tu bebé no dudes en contactarnos.