LAVADOS NASALES EN LOS BEBÉS
Ahora que llegan las bajas temperaturas los niños suelen estar siempre malos con los moquitos, ¡aprendamos a realizarles lavados nasales!
Los bebés
respiran por la nariz durante los 6 primeros meses de vida. Los orificios
nasales son pequeños y debemos hacer lavados nasales para que los pequeños
puedan respirar bien y también para que les alivie durante los resfriados.
Se recomienda
hacer un lavado nasal diario si el niño está sano y unos cinco al día como
mínimo si está enfermo. De este modo los mocos llegan, pero los lavados
nasales, con mono-dosis de suero fisiológico en cada orificio, son la mejor
manera de evitar que vayan a más.
CUÁNDO HACER LOS LAVADOS
Siempre que
veamos que el pequeño empieza a hacer ruido al respirar o si notamos que se le
caen los moquitos. En estos 2 casos está completamente indicado.
Antes de comer. Un síntoma de problema respiratorio es que empiezan a comer menos
porque no pueden respirar bien, así que si limpiamos la nariz, el peque no
tendrá la sensación de que se ahoga al tener la boca cerrada y al tragar porque
la nariz la tiene despejada.n.
¿QUE PODEMOS UTILIZAR PARA
REALIZAR LAVADOS NASALES?
Las monodosis
de suero o una jeringuilla con suero.
Las monodosis
no llevan presión. Podemos utilizar una botella de suero, pincharle una
jeringuilla de ahí sacar el suero a un vaso, y con otra jeringuilla diferente
hacer el lavado para que así salga con más presión. Si utilizamos la
jeringuilla que está en la botella para meterle en la nariz al niño y éste
tiene un virus, se infecta toda la botella.
Lo bueno de
utilizar una jeringuilla para hacer el lavado es la presión y que sabemos la
cantidad de suero que estoy utilizando.
Se recomienda
para niños menores de 6 meses 2 mililitros por cada agujero de la nariz, para
niños de más de 6 meses 5 mililitros por agujero.
¿COMO HACER LAVADOS NASALES?
Con el peque
tumbado y estirado, le giramos la cabecita hacia un lado y administramos el
suero en el orificio superior con la jeringuilla. Es muy posible que salga
suero y mucosidad por el otro orificio. Le dejamos unos segundos y repetimos el
proceso en el otro orificio.
Es probable que el pequeño trague algunos mocos y suero durante el
proceso, no pasa nada, será eliminado
por las heces.
En cuanto el
niño aprenda a sonarse no habrá que hacer lavados nasales.